Argentina, Biología, CAMBIO CLIMATICO, Ciencia, Ecología
Un biorrobot creado por dos investigadores argentinos detecta información invisible del entorno y nos permite ser más concientes del aire que respiramos.
El robot, llamado Life Guardian, se propone como una posible nueva especie del antropoceno y fue creado por los artistas electrónicos Ana Laura Cantera y Demián Ferrari para el festival Land Art Mongolia 2018.
Se trata de un cyborg integrado por una parte mecánica impresa en 3D y una parte viva: un hongo. La parte biótica es la que determina y modifica el comportamiento del robot, por lo que es considerada su cerebro.
En su estructura posee diferentes tipos de sensores que chequean permanentemente el espacio por donde se desplaza y las condiciones en la que se encuentra el hongo. Está programado para moverse buscando siempre el mayor bienestar para el hongo, por lo que la ruta que traza en su desplazamiento brinda información útil sobre el medio.
Los datos que recauda son de humedad, temperatura, color del hongo, presencia de polución en el aire y tipo de gases en la atmósfera, a la vez que hace un registro fotográfico del entorno. La información puede ser vista en tiempo real en el LCD que contiene en su armazón y queda almacenada en una tarjeta SD junto con la posición donde los parámetros fueron tomados gracias a un dispositivo de GPS.
“El biobot funciona como un animal electrónico-fúngico nacido en la actual era de naturalización e incremento de los nuevos medios y las biomáquinas”, explican Cantera y Ferrari. “Nos propusimos construir un robot que pudiese transitar el territorio y servir como visualizador de información del área que no podríamos apreciar sin tecnología mediante.”
Detección de amoníaco
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